Por la iniciativa de los empleados del Banco de Córdoba se fundó en 1956 el Club de Empleados del Banco de la Provincia de Córdoba, con el objetivo de albergar las necesidades recreativas de sus integrantes y de sus familias. Así fue como se compró un pequeño terreno en Quintas de Argüello donde funcionó primeramente un restaurant, una pileta, una cancha de básquetbol y dos canchas de tenis que servían de motivos valederos para las reuniones de amigos y compañeros de trabajo. Con el paso del tiempo, la entidad fue creciendo y se vio en la necesidad de darle mayor espacio a los asociados como así también a sus respectivas familias. Lentamente fueron apareciendo otras disciplinas y se armó la escuelita de fútbol infantil, que comenzó a participar de diferentes torneos barriales, cosechando títulos y buenos resultados. La presencia de los bancarios en los torneos amateurs infantiles y juveniles se fue transformando en una grata realidad debido a que se fue incrementando el número de chicos y jóvenes que formaban parte de la institución. Así fue como bajo la conducción de Osvaldo Bessone se compró el resto del predio actual y se fueron construyendo todas las estructuras que actualmente están vigentes. Bajo la presidencia de Rodolfo Martínez se tomó la determinación de afiliarse a la Asociación Cordobesa de Fútbol, luego de experimentar, con las divisiones inferiores, durante varios años como club invitado. Se recabaron todos los requisitos necesarios para la afiliación y se llevó adelante el magno desafío que se concretó en 1995 ingresando a la Primera C. Una vez consolidada su afiliación se comenzó a participar en forma oficial con la Primera División y la Reserva cumpliendo una destacada campaña que fue empañada por un acto administrativo de la misma Asociación Cordobesa, arrebatándole el ascenso conseguido. Banco de Córdoba debió esperar hasta el año 1997 cuando luego de un rendimiento por demás positivo concretó el ascenso a la Primera División B. Durante 1998 y hasta el torneo 2002 participó en la segunda divisional del ascenso del fútbol local, pero una campaña demasiado irregular condenó a la entidad de Quintas de Argüello a perder la categoría por primera vez en su historia. A pesar de ser un duro golpe para la institución, bajo la presidencia de Carlos Vadillo, se replanteó la situación deportiva y se comenzó a trabajar procurando recuperar la categoría. Durante el 2003, la campaña en la Primera C fue espectacular y se logró el título y el ascenso a la Primera B. En el 2004, y tras la reestructuración del fútbol local, venció en una de las finales del reducido a Deportivo Alberdi y subió a la A.
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